23 de septiembre de 2010

Una estación sin voz...


Un sendero de luz
una brisa fugaz
el recuerdo tan gris
y el sentido al mentir.

Una espera brutal
el anden siempre igual
nueve años sin voz
nueve hambres pasó.

Sin voz, sin voz.

Por más que uno quiera y más difícil sea
cuando toca esperar se espera.


Cuando se fue, le prometió
que volvería pronto a devolver
el corazón que se llevó
y cada día espera en aquel rincón.
Fue la estación
quien le robó
los mas de mil poemas que le escribió
fue el amor quien lo engaño
o todos los recuerdos
que me contó.

Sin voz.

Por mas que uno quiera y más difícil sea
cuando toca esperar se espera.


Otra noche sin fin
hoy que toca soñar
con la cama del rey
ó con no despertar.

Hoy tuvo un gran día
fumó diez colillas
con dos monedas a pasado el día.

Sin vida.

Cuando se fue, le prometió
que volvería pronto a devolver
el corazón que se llevó
y cada día espera en aquel rincón.
Fue la estación
quien le robó
los mas de mil poemas que le escribió
fue el amor quien lo engaño
o todos los recuerdos
que me contó.

Sin voz.

Por mas que uno quiera y mas difícil sea
Cuando toca esperar se espera.



Cuando toca esperar se espera, se espera, se espera, se espera.





Antonio Orozco

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por suerte tu siempre tienes algo que decir... aunque no sea necesariamente una palabra... hay cosas que pueden decir mucho más.

Un besote pri y vuelve a escribir por aqui!

ElSilenciO... dijo...

ainsss... por suerte tengo a gente como tu a mi lado para las que sobran las palabras... volveré a escribir, por el momento voy a dejar algo... :)

besitoss prin... hasta dentro de un ratitooo