6 de febrero de 2011

Sentado en aquel reloj donde dibujabas un cuento para mi...

Erase una vez…


Aunque todo sea mentira no dejes de mirarme... lo decías tú, lo dices tú, que eres aquel que bajo su nombre tiene un aura infinita llena de cuentos…


Yo recuerdo noches en silencios, noches de esas en las que sólo existe una vela, tu voz por lo bajito y miles de letras rondándome la mente…. yo recuerdo esas noches… aquellas donde las palabras se vuelven realidad ante mi mirada, ante papeles infinitos que han callado tanto y que ahora gritan los silencios más lindos que puedo gritar...


…yo recuerdo aquella noche…


…encontré un cuento, una fábula llena de locuras de amor, una leyenda que gritaba que la mirara, que la tocara y que me perdiera en lo lejos y lo cerca que podía llevarme... y me dejé llevar…

Acabé en tu bosque encantado, suspirando sin pasión, o de la manera más apasionada cuando una leyenda, aquella, me ayudó a soñar… y pude verte…allí, sentado… el cielo estaba dorado, y empecé a disfrutar del silencio, aquel que forma parte de mi desde entonces, el mismo que me regaló tu compañía a mi oídos, el mismo que me enseñó que hay un rinconcito en el mundo donde dicta el sol bajo la luz de una vela y el tic-tac de un reloj… y te volví a ver…sentado en el tiempo….


Era un cuento… tu cuento… lo encontré o me lo regalaste sin saberlo…no lo sé...

Empecé a vivir en él, allí la princesa era yo, podía ser yo… era un mundo donde el miedo no existía… una fantasía en la que daba gusto sumergirse…pues allí estabas…sentado… y sólo mirabas…, un cuento lleno de realidades, pero a la vez de infinitas quimeras… pues tú empezaste a ser mi utopía… eres mi utopía…


Nunca le temí al miedo... era una princesa que volaba en busca de sonrisas, tú me entregaste eso y nunca fuiste consciente de ello… sólo me mirabas y escribías allí sentado…. hasta que rozó mis dedos de una manera escalofriante y aquel cuento cruzó aquella calle donde el frío se metió en mi, rompiéndose en los miles de pedazos de aquel espejo que quedó bajo mis pies… y sentí miedo… un miedo soberbio, de esos que tus letras jamás me había permitido sentir…. Sabía lo que era llorar, tu podías verme allí sentado, mientras me consentías llorar, pues luego dibujabas en mi un gesto de felicidad… pero el miedo, aquel miedo, esta vez no me dejó…ni siquiera llorar y así, casi sin darme cuenta, me sorprendí…me sorprendiste…


Tu ficción se esfumó en instantes, ya no te veía en aquel bosque encantado, allí sentado a lo lejos, donde tu compañía nunca me dejaba sola… y fue un negro abusivo el que me recorrió el cuerpo, fue como arrancarme la piel a tiras…no estabas….

Fueron instantes… sólo instantes… lo reconozco…pues volviste tan rápido como pudiste, (un libro en blanco tenías entre las manos y regresaste a sentarte en esa negrura que poco a poco se volvía luz), para recordarme que un día como aquel, empezabas a escribir un cuento nuevo para mí… (mi vida cambiaba, mis sonrisas eran nuevas, mi piel se mudaba, mi tacto se volvía eterno, mi olor se esfumó hacia otro lugar… sólo quedaba mi mirada… mi misma mirada que buscaba la princesa que fui un día…) …era yo… pero era otra…. y en esos instantes el miedo empezó a escaparse por segundos y cuanto más me gritaba mientras corría… más princesa volvía a sentirme, pues más te buscaba en aquella visión que sólo tenías colores vivos que empezabas a dibujar, allí estabas, sentado en aquel reloj que paraste para mí, allí, recordarme que no hay nada a lo que temer…


Te sentía de nuevo conmigo, mirándome mientras dormía o intentaba hacerlo, eran noches que no podía escucharte, pero que tenía en mi mente cada pedacito de ti, esperando que la mañana me regalara tu melodía…. aquel cuento… un cuento que desde entonces, paso a paso, has coloreado en él mi sonrisa, una ficción que es la verdad de mi vida, una invención que me susurra que el tiempo es el que va dictando mi silencio…



Erase una vez… una princesa que inventaste con las manos de un poeta, con el corazón de una persona que tiene tu nombre, con la melodía que habita en el músico que sentías ser, con la sonrisa de quien se pone encima de un escenario…



Mírame no dejes de mirarme….

No me dejes que despierte de este sueño, aunque todo sea mentira….





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